Ah! Antiguas y bienamadas sirenas!
Sirenas de las rocas, que impregnáis
Nuestros viriles sueños con el aroma de la pesadilla.
Horrores nocturnos que invitan a ser saboreados,
A expensas de nuestra propia vida quizás.
Salud! Por lo dulce de vuestro canto, promesa de anhelo hecho carne!
Salud! Por lo acertada de vuestra nota en la lira que templáis!
Salud! Por lo majestuoso de vuestro vuelo!
Quisiera tan sólo tener la bizarría,
para, deseosa víctima, hundirme en vuestro seno gentil,
y encontrar así la calma al ansia que me invade
bajo la espuma del ponto que guardáis:)
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